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21 de enero de 2017


Ayer 02:15 h.

Guillermo Moreno: “Lo que el procurador está haciendo es una pasarela para entretenernos”

Cuenta con más de 30 años de experiencia en el derecho procesal-penal y fue Procurador Fiscal de Santo Domingo en el periodo de 1996-1997. El especialista conversó con MetroRD sobre el procedimiento legal en el complejo caso de corrupción que se lleva en el país contra la multinacional Odebrecht

Guillermo Moreno.
Guillermo Moreno.
Fuente externa
Foto:
República Dominicana es uno de los países donde la constructora Odebrecht confesó haber entregado más sobornos, razón por la cual el procurador Jean Alain Rodríguez inició un proceso de investigación para dar con los involucrados en este escándalo de corrupción.
Hasta el momento, aparte del allanamiento realizado ayer a las oficinas de la empresa brasileña en el país, la Procuraduría se ha limitado a citar a algunos relacionados con esta, como son: su gerente general en el país, Marcelo Hofke, el representante comercial Ángel Rondón, quien recibió  92 millones de dólares supuestamente como pago de honorarios, y los exdirectores del Instituto Nacional de Aguas Potables y Alcantarillados (Inapa) durante los gobiernos de Hipólito Mejía y Leonel Fernández.
El procedimiento judicial es cuestionado por expertos y algunas personalidades del país. Es por ello que MetroRD conversó con el presidente de Alianza País (AP) y exprocurador, Guillermo Moreno, sobre cómo se está manejando el caso de Odebrecht  desde el punto de vista legal.
¿Considera que el procurador Jean Alain Rodríguez lleva de forma adecuada la  investigación penal en el caso Odebrecht?
No. El procurador está haciendo la contra investigación penal. Él sabe que en los documentos que ha solicitado no aparecerán los recibos de soborno, tampoco aparecerán las sobrevaluaciones. Él sabe que estos funcionarios que cita ningunos van a confesar ni admitir delito alguno.
Lo que el procurador está haciendo es una pasarela para entretenernos; hacernos creer que está investigando cuando en realidad lo que está es dándole una cobertura para que mucha de esta gente que es culpable de sobornos entre y salga libre de la Procuraduría sin cargo alguno y, por tanto, aparenten que no son culpables.
¿Cuál debería ser el tratamiento que desde el punto de vista de una investigación penal habría que darle a un caso como este?
Hay algunas pautas elementales frente a un caso penal, y más si es complejo como éste. Por ejemplo:
1) reunir todos los elementos indiciarios que arrojen luz sobre el caso; 2) identificar cual el hecho o medio de prueba mas sólido con él que cuenta;  3) elaborar una hipótesis del caso; 4) definir una estrategia de investigación partiendo de sus elementos mas sólidos para avanzar hacia los mas débiles o mas difíciles.
¿Y cuál es el elemento más sólido aquí?
En el presente caso el elemento más sólido es la propia confesión hecha por la empresa Odebrecht de haber pagado US$92 millones (el monto) a funcionarios (coautores) del 2001 al 2014 (tiempo de ocurrencia del crimen) para la concesión de contratos sobrevaluados y obtener ganancias extraordinarias (móvil del crimen) y se ha identificado la persona que servía de intermediario entre la empresa y los funcionarios (la vía de comisión del crimen).
En pocas palabras, Odebrecht es la llave maestra de esta investigación. Como ya ha admitido los hechos, el Ministerio Público tiene que aprovechar al máximo las condiciones de vulnerabilidad en que se encuentra Odebrecht y mostrarle una decidida voluntad de persecución para garantizar el mayor nivel de colaboración penal de la empresa.
¿Qué mecanismo utilizaría el MP para esto?
Para ello el Ministerio Público tiene que hacer uso de modo intenso y rápido de los mecanismos que pone en sus manos la ley penal: 1) allanamiento a oficinas; 2) impedimento de salida de sus ejecutivos; 3) paralización de las obras en construcción; 4) medidas cautelares sobre maquinarias, bienes y cuentas bancarias de la empresa; 5) levantar informes preliminares de sobrevaluación hechas por técnicos especializados de las 18 obras construidas por Odebrecht en el país; 6) buscar, a través de comisiones oficiales y en virtud de los instrumentos de cooperación internacional, los medios de prueba que figuran en los expedientes de Brasil y EE.UU.
El Ministerio Público, colocándose entonces en esa posición de fuerza procesal y penal, debe proceder a exigir a la empresa: 1) La devolución de los 92 millones; 2) La identificación de los funcionarios que recibieron los sobornos, con qué fin o para quién se les pagó el soborno y el monto específico entregado.
Es oportuno observar que conforme nuestras leyes procesales, el Ministerio Público podría negociar la disminución de las penalidades de la empresa y de sus ejecutivos a cambio de la cooperación de la empresa.
¿Qué vendría después de alcanzarse algún nivel de acuerdo procesal penal con Odebrecht?
Comenzaría la segunda fase. Con todos estos elementos de prueba reunidos en manos del Ministerio Público, entonces se iniciaría una verdadera investigación de todos los funcionarios y legisladores  potencialmente receptores de los sobornos.
Previo a llamar a cualquiera de estos potenciales acusados, el MP debe, además de tener en sus manos las informaciones y medios de prueba aportadas por la empresa, reunir todo cuanto le pudiera ser de interés de la persona a ser investigada: Declaración jurada, cuentas bancarias, propiedades, viajes al exterior, sus asistentes y allegados, sus potenciales testaferros, sus empresas, sus movimientos de capitales y, evidentemente, una rigurosa auditoria física de la obra contratada por ella, de los presupuestos, de los pagos, dónde, cuándo y quiénes lo cambiaron, entre muchos otros elementos.
Es solo desde estas condiciones que, en un caso así, el MP debe  interrogar a una persona sospechosa de la comisión de un crimen. Solo así podrá ir detectando, destruyendo cada una de las mentiras, falsedades, coartadas del imputado.
Los últimos que deben ser interrogados, y en base a todo lo reunido, son los dos expresidentes y el actual mandatario de la República. Son, en términos investigativos, los “huesos más duros de roer”. Muchos de los funcionarios tendrán que asumir ellos las responsabilidades por lealtad a su jefe político, pero un buen investigador puede desmontar la trama porque normalmente es inconsistente y se puede demostrar quién era el beneficiario final.
Si hubiera real voluntad de llegar a fondo en el caso de Odebrecht y la investigación, se realizara siguiendo estas y otras pautas propias de la persecución penal. Puedo asegurar que muchos de esos que han sido interrogados, y otros que vendrán, estarían saliendo esposados de la Procuraduría para Najayo.
¿Por qué cree usted que el procurador no realiza el procedimiento como es debido?
El procurador ni busca en el exterior las pruebas ni audita las obras, ni presiona a la empresa para que devuelva los 92 millones de dólares, ni para que revele los nombres de los funcionarios sobornados porque no tiene interés en levantar esa “yagua” porque a su gobierno le puede salir tremendo “alacrán”.
Inteligentemente el procurador  no hace la pregunta cuya respuesta no le interesa escuchar; actúa así, no creas que es por ignorancia, es porque es un comisario político del Presidente -Danilo Medina-  y de los altos dirigentes de su partido.
En ese sentido tiene una misión política con este expediente: encontrar la forma, luego de entretener el morbo, de llevar el caso Odebrecht a un limbo jurídico que con el tiempo termine diluyéndose, garantizándole así impunidad a los respónsales penales.

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