“Alimentación versus cáncer”

Santo Domingo

A principio de la década de los años setenta fuimos invitados por la FAO a un encuentro donde discutimos el futuro de las plantas híbridas en la alimentación de la población por venir y que cuarenta años después ya tenemos. En ese entonces eso se veía en los países subdesarrollados o en vías de desarrollo como algo raro o malo por venir.

 Esa reunión fue para empezar a vender las plantas híbridas que se estaban produciendo y necesitaban para alimentar un mundo en crecimiento y su masificación tenía muchos rechazos. Hoy los híbridos son comunes y nos han mostrado que para alimentar una población en el mundo que se duplica casi cada cincuenta años, esta sería y ha sido una solución.

 Actualmente se discute mucho sobre las plantas genéticamente modificadas y se ven sus pros y contras, pues no hay nada ‘‘todo bueno’’ y tampoco ‘‘todo malo’’.

 Introduzco esta entrega de esa manera pues hoy vemos que nueva vez, se hace cada cierto tiempo, que un sector ataca el otro por diferentes razones, unas muy sanas y otras poco entendibles por razones de intereses, siendo lo que se comenta sobre el consumo de las carnes y embutidos, pero lo han hecho sobre los aceites o las grasas en general, la preservación de los panes y procesados en general, etc. intereses.

 Algunas preguntas que nos hacemos sobre los “alimentos y los cánceres” son las siguientes: ¿Son los alimentos que hacen daño o el manejo que hacemos los hombres de estos?; ¿Son las razas o una raza en particular que se ven más afectadas o son los alimentos de por sí?; ¿Son los hábitos alimenticios de por sí o los volúmenes y frecuencia de consumo?    

Conozco que un alimento mal preparado no solo causa el cáncer como lo es el mal uso de los preservantes en los embutidos, los panes, los enlatados, etc., pero si no tuviésemos estos químicos naturales o artificiales la preservación de los alimentos no podría ser solo en base a sal común, frío, ahumado o sol, necesariamente.

Somos miles de millones de personas, muchas no comen.

Se dice que tenemos sociedades donde ha aumentado el cáncer causado por ciertos alimentos que se han introducido en ellas después de la segunda guerra mundial o después del desarrollo agroindustrial, en el pasado siglo.

Sucede y viene a ser que en algunos de estos países o sociedades, hoy sus ciudadanos tienen mayor tamaño, son más longevos, con mayor desarrollo mental, entre otros factores. Ese es nuestro caso.

Siempre se ha dicho que ciertas grasas hacen daño, que las leches y procesados lácteos por igual nos afectan, que ciertas comidas rápidas producen ciertas enfermedades cuando se juntan (pan, salsas, carnes, vegetales) y nos ofertan una hamburguesa, pero eso mismo es un emparedado o sándwich y no recibe la misma divulgación o publicidad.

Estoy de acuerdo con que el mal manejo de los alimentos hace daño y quizás hasta los propios alimentos por más sanos e inocuos que sean, orgánica o tradicional su producción. Pero debemos comprender que somos nosotros los que mal manejamos los alimentos desde su producción y preservación, mercadeo y consumo. En fin, vemos que no es el alimento.

Un buen pan poniéndole una buena capa de carne con vegetales y quesos, por ejemplo, no es malo, muy por el contrario. Si esto hace daño en el mundo tenemos millones de niños y adultos que añoran que le den esto una vez al día, aún más cuántos quisieran un vaso de leche, una copa de helado o un “piazo” de queso. ¿Verdad?        

Ahora bien, reconozco que mi área profesional no es la médica para evaluar qué causa el o los diferentes tipos de cáncer, pero quién le entra a cosas como el llamado “stress”, el humo de los vehículos e industrias, la falta de “papeo” y otros factores que nos afectan socialmente (dentro de estas las emociones y desilusión).

Las tensiones de la falta de recursos, de amor o desamor, la inseguridad, las buenas o las malas noticias, etc.

Finalmente, no les carguemos el guante a un alimento en particular, caso de los embutidos por ejemplo, pues este, si tenemos normas, tecnologías, controles, autoridad oficial y educación ciudadana no tendremos mayores problemas.

No es fácil defender las cosas buenas, sí lo es atacar sin ir al fondo de las cosas desde la a hasta la z.

La mayoría de nuestros alimentos son buenos aunque demandan controles.